NOMBRE CIENTÍFICO:
Curcuma longa L.
PARTE DE LA PLANTA:
Rizoma
RECOMENDACIONES/INDICACIONES:
Desde hace años, los preparados de cúrcuma enriquecidos en curcumina se han utilizado, por su efecto antiinflamatorio, para el tratamiento de los síntomas asociados a la artritis.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba su empleo tradicional para incrementar la secreción biliar en el tratamiento de la indigestión: sensación de plenitud, flatulencia y digestiones lentas.
La OMS y la Comisión E la indican para dispepsias (malas digestiones).
También se ha verificado su eficacia en la cicatrización de úlceras (protección gastrointestinal). Resultados observados clínicamente son prometedores.
PROPIEDADES/ACCIÓN FARMACOLÓGICA:
Su principal componente, la curcumina, es uno de los principales responsables de su actividad biológica. Entre sus múltiples usos podemos destacar su actividad antiinflamatoria y su papel en el mantenimiento de la flexibilidad y el bienestar articular. La cúrcuma posee también una importante acción antioxidante que protege nuestro organismo frente a los efectos nocivos de los radicales libres. Por otro lado, la cúrcuma contribuye al funcionamiento normal del hígado y favorece la función biliar. Además, facilita la digestión y en general favorece la salud gastrointestinal, ayudando a reducir las posibles molestias gástricas.
La Cúrcuma posee además propiedades antioxidantes.