Antes de hablar sobre protección solar, lo primero que debemos tener en cuenta es que el sol es vital para nuestra salud.

 

Gracias a él nuestro cuerpo es capaz de sintetizar vitamina D, que tiene propiedades beneficiosas sobre la piel útiles, por ejemplo, en el tratamiento del acné y otras patologías.

A parte de los beneficios que podemos obtener del sol gracias a la vitamina D, a todos nos encanta y queremos tener un tono de piel bronceado, pero debemos tener cuidado al tomar el sol ya que no todo lo que reluce es oro. Realmente, pocas veces tenemos en cuenta que detrás de un bronceado homogéneo y bonito pueden esconderse algunos problemas.

Los rayos ultravioleta que emite el sol pueden causar numerosos daños en la piel, por lo que la protección solar se vuelve tan indispensable como beber agua.

¿Por qué protegerse de las radiaciones solares?

Al hablar de radiaciones solares, nos referimos concretamente a los rayos UVA y UVB que son los que llegan a nuestra piel.

La exposición a ellos durante mucho tiempo y sin protección provoca importantes reacciones que pueden tardar en aparecer, pero que no podemos olvidar, como, por ejemplo, el fotoenvejecimiento, las manchas en la piel, quemaduras y, en los casos más graves, tumores como el melanoma.

Por supuesto, todas estas reacciones negativas sobre la piel dependen tanto del tono de la piel, como de la exposición al sol y, en consecuencia, el daño en la piel sufrido por el mismo durante nuestra vida.

 

Entonces… ¿Cómo puedo prevenirlo?

Siempre es mejor prevenir que curar, por eso es bueno recordar que es muy importante proteger adecuadamente la piel de los niños y jóvenes adolescentes para reducir lo máximo posible los daños y enfermedades causados por el sol con el paso de los años.

Niño en la playa

 

Aunque en verano es cuando mayor exposición tenemos al sol y cuando más problemas puede conllevar, es importante proteger nuestra piel todo el año porque los rayos UV siempre están presentes. Incluso en ciudad, durante la temporada de invierno, se recomienda utilizar productos con un factor de protección solar que sea capaz de protegernos adecuadamente.

Como ya hemos diferenciado antes, existen los rayos UVA y UVB. Los primeros consiguen penetrar más profundamente en la epidermis, mientras que los rayos UVB se quedan en una capa más superficial de la piel, por lo que los protectores solares, aunque nos protegen tanto de los UVA y UVB, bloquean más el paso de los UVB. Sin embargo, no podemos olvidar que en verano se vuelven más intensos.

 

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Estos dos tipos de rayos solares unidos favorecen la formación de radicales libres en la piel, que son sustancias inestables, cuyo exceso puede causar graves daños a las células de nuestro organismo. Esta es la razón principal por la que comienza el envejecimiento prematuro de la piel debido a los daños causados por el sol.

 

En resumen, existen dos buenas formas para protegerte de los rayos solares. La primera de ellas, como ya hemos estado hablando, es con protectores solares, pero no es la única, ya que gracias a los alimentos también podemos conseguir una protección desde nuestro interior.

 

Frutas y verduras

Antioxidantes: Los alimentos de origen vegetal son una rica fuente de sustancias antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E, los polifenoles y los carotenoides. Puedes consumir alimentos como frutas frescas y secas, cereales integrales y legumbres, que protegen las células de los radicales libres y reducen el riesgo de daño.

Cielo

Protección Solar: Lo mejor que puedes hacer es proteger tu piel todo el año con crema solar y la clave está en elegir productos eficaces, seguros y adecuados a las circunstancias en las que nos encontremos. Estos cosméticos ayudan a evitar que los rayos ultravioletas penetren en la piel, evitando así sorpresas desagradables. Hoy en día encontramos en el mercado diversas formas cosméticas de productos de protección solar, que pueden ser cremas, aceites, geles, leches, sprays…

 

Después de haber hecho las recomendaciones necesarias, puedes comenzar o seguir cuidando tu piel. Elige un protector solar adecuado para tu tipo de piel y aliméntate de forma saludable.

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